Historia

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El nombre «Navarrete», es de origen toponímico. Los apellidos toponímicos son aquellos que derivan del nombre del lugar donde vivía o poseía tierras el fundador del apellido. Por tanto, podemos afirmar, que el fundador del linaje Navarrete era oriundo del lugar de Navarrete. En efecto; los historiadores confirman que este linaje procede de la Villa de Navarrete, en España, cuyo nombre tomó.

El nombre «Navarrete» está en relación con el límite de Navarra que, en tiempos, se establecía por la zona. Precisamente su fundación tiene que ver con el deseo de los reyes castellanos por defender sus territorios, frente a los reinos vecinos. Por esa razón, Alfonso VIII propuso a los habitantes de las antiguas aldeas de la zona que se reunieran en un lugar defensivo. Estas poblaciones se conocían con el nombre de Corcuetos y lo componían San Lorente, San Antolín, San Pedro y Nuestra Señora del Prado, reuniéndose su localidad en torno al castillo fortificado, levantado en el cerro Tedeón, fundándose así la nueva villa de Navarrete. Cuando se dan las despoblaciones, después de la devastaciones, era de interés de la corona hacer poblado que protegieran a Santiago que se convirtió en el límite territorial de sus intereses. Esa es otra razón, además de la toponimia, para el nombre Navarrete. Esta mancomunidad de tierras, pastos y leñas aparece citada desde el S. XI en un documento de la reina de Navarra, Uno de los más antiguos varones de éste apellido fue Juan Martínez de Navarrete, que el 5 de Enero de 1364 ganó ejecutoria de hidalguía, en Sevilla.

Si tomamos en cuenta que el nombre proviene de Nava, tierra entre pantanos, y que los lugareños, emigrantes españoles, ponían nombre a los lugares según se le pareciera a algún pueblo de donde ellos venían, fácilmente podríamos sacar como conclusión y tomando en cuenta que esta zona se anegaban o eran puros pantanos, desde el puente de la avenida Duarte, oeste de la Mella, hasta los candelones, deducimos que el nombre se debe al pueblo de Navarrete de España. Que tenía para la época, iguales características al nuestro, como sucedió con el nombre de Altamira de Puerto Plata, y las Cuevas de Altamiras de España. Nava de España y Nava de Puerto Plata. Sucedió con las familias Canarias que se ubicaron en Santo Domingo en 1528, que bautizaron con el nombre de San Carlos al lugar que poblaron en honor a su pueblo San Carlos de Tenerife en las Islas Canarias de donde ellos venían. Es lo que llamamos orígenes toponímicos o nombre derivado del lugar de donde se vivía.